PEDRO PABLO ELIZONDO. Mensaje Dominical

“BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR”

Domingo de Ramos

Queridos hermanos y hermanas:

1. Hoy es domingo de Ramos y estamos comenzando la semana más importante de nuestra liturgia en la fe católica. Cristo se nos presenta como un signo de contradicción. Los fariseos se enojan porque los discípulos aclaman y dicen: “¡Bendito el que viene en el nombre de Señor! ¡Gloria en las alturas! ¡Paz en la Tierra! Vemos por un lado a los discípulos de Jesús entusiasmados al ver a su maestro entrando triunfante en Jerusalén, y por otra parte a aquellos fariseos envidiosos criticando a los discípulos que aclamaban al Señor en su entrada. Así es la gente: unos contra Cristo y otros a su favor, unos lo critican y otros lo alaban, unos están con él y otros contra él.
2. Este es el signo de contradicción. Jesús vino a los suyos y los suyos no lo recibieron pero a los que sí lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios. La luz vino a las tinieblas y las tinieblas no la recibieron porque sus obras eran malas. Así pasa con Cristo, se dividen unos a favor y otros en contra, pero al final vencerá a todos sus enemigos, vencerá a la muerte y resucitará glorioso después de pasar por la pasión.
3. Esta división que hace el mundo, en contra y a favor de Cristo, también está en el corazón de cada uno de nosotros. Hay una parte de nosotros que está a favor de Jesús y que grita: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”, lo aclamamos, lo queremos, escuchamos su palabra y quedamos encantados con él. Sin embargo hay otra parte de nosotros, que es nuestra parte desordenada, que no quiere servir a los demás, que quiere vivir para sí mismo y no practica las obras de la misericordia.

Pidámosle a Dios que nos dé la gracia de hacerle caso a Jesucristo, de estar con Él, de jugárnosla por Él y no dejar que nuestras pasiones desordenadas nos frenen en nuestro seguimiento hacia Él. Que así sea.

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