GERMÁN GALLEGOS CRUZ. Desde la Mesa de las Nauyacas

Depredadores

Atento recado a los depredadores.
Dicen que el consejo te advierte y algunas veces te dirige; pero el ejemplo te arrastra. Cuando vemos un mal ejemplo en nuestros padres, en nuestro jefes, de ante mano nos liberamos de culpas futuras. Pensamos: Si él lo puede hacer ¿por qué no lo hago yo también? Pero si además de dar malos ejemplos, inducimos a nuestra prole o a nuestros colaboradores a faltar respeto a la ley o a nuestra conciencia, ¿qué buenos resultados se pueden esperar? Ahora que estamos viviendo el cambio de gobernantes, tanto estatales como municipales, nos preguntamos ¿En qué tiempo se pasará de la palabra a los hechos?, ¿de la promesa a la acción? No queremos ver al exgobernador Roberto Borge y colaboradores disfrutar sin pena alguna los dineros sustraídos ilegalmente del tesoro estatal. Tampoco queremos ver a expresidentes municipales abanicándose con billetes de alta nominación en una suerte de burla a la población robada. Es imperativo que el nuevo gobernador, Carlos Joaquín González, ponga manos a la obra sobre el tema de las auditorías. Nadie se dirá satisfecho si salen con la “jalada” que no encontraron elementos para confiscar lo robado y de paso meterlos al bote. La corrupción, la impunidad y el cinismo que mostraron en su conducta los gobernantes salientes, da para un castigo ejemplar.

TEJIENDO COMPLICIDADES
Cuando el gobernador Roberto Borge sucumbe a la tentación de dominar todo, de controlar toda acción política, económica y social del estado, no sólo conforma un cuadro de colaboradores a modo a nivel estatal, sino impone candidatos a presidentes municipales, nombra tesoreros, directores de Desarrollo Urbano, directores de Seguridad Pública y Tránsito, y todo lo que aporte dinero para satisfacer los apetitos de riqueza, prestigio y confort imperial. Sus excesos son ofensivos. Viajes internacionales en aviones privados, hospedaje en hoteles siete estrellas, restaurantes de súper lujo donde la degustación gastronómica de suyo es inolvidable, etc. Y como ciudadano ordinario, me pregunto: ¿En qué momento Roberto Borge perdió la sencillez que una vez le conocí, cuando era colaborador de primera línea de su antecesor? Ahora que sacan mas “trapos” al sol de su cuestionada administración, con el asunto de la compañía aérea a su servicio personal, surge de botepronto la tentación de encontrar un parangón histórico con ese desquiciado comportamiento. ¿Acaso se dan por coincidencia las conductas inmorales, o hay una especie de influencia genética que impulsan las ganas de acumulación de bienes, sin importar los métodos de adquisición? La historia universal nos provee de muchos desafortunados ejemplos: El “top five” de emperadores romanos corruptos, donde encontró carta de naturalización la perversión sexual, los asesinatos, las obsesiones de todo tipo. Tiberio, Calígula, Nerón, Cómodo, Heliogábalo, y en la era moderna, los malvados jefes de estado que sin tentarse el corazón, roban, asesinan y cometen todo tipo de excesos. Unos ejemplos sólo para recordar que donde quiera se cuecen habas: Mohammed Suhuto, Indonesia; Ferdinand Marcos, Filipinas; Mobutu Sese Seko, Zaire; Sani Abacha, Nigeria; Jean-Claude Duvalier, Haití; gobernantes que perdieron la conciencia para dedicarse a la maldad absoluta. En el caso de Quintana Roo, la gente pregunta con insistencia: ¿Se aplicará la ley en los casos de corrupción comprobada? ¿Pagará alguna “factura” Beto Borge? ¿Y los presidentes corruptos como David Balam Chan, de Tulum, que de gris y mediocre profesor pasó a ser uno de los hombres más ricos de la Riviera Maya, en solo tres años? ¿Qué le dirán a la gente de Solidaridad (Playa del Carmen ) si Filiberto Martínez y Mauricio Góngora se pasean sin que nadie les pida cuentas de sus fortunas mal habidas? ¿Y los cozumeleños le reclamarán algo a Freddy Marrufo? ¿Chetumal en la inópia absoluta, por los desaciertos de don Eduardo Espinosa? En Cancún hay algunas obras, pero la violencia le empaña el “vidrio” a Paul Carrillo, quizá estos municipios son los más desafortunados por la dejadez, la apatía, o mala fe de sus autoridades municipales. Las demás Comunas manejan recursos medianos, que no hacen tanto bulto, pero que no obstante a su tamaño, no se pudieron librar del “pellizcón” de sus presidentes municipales. Todos llevaron agua a su molino, nadie actuó privilegiando el amor a la tierra que les tocó gobernar. Ahora esperemos que los que toman la estafeta, los nuevos presidentes, empujen fuerte para exigir cuentas claras a los que se van. Si exigen aclarar las cuentas y proceden a buscar un mecanismo legal para recuperar lo robado, tendrán la aprobación inmediata del pueblo. Carajo, si se ofertó un cambio en campaña, queremos verlo en los hechos. Quintana Roo no soportaría más un gobierno de simulación, no hay mucha tela de dónde cortar, respecto al asunto financiero. Si bien es cierto que el endeudamiento brutal y el recorte presupuestal en las aportaciones federales nos dejan sin oportunidad de crecer a corto plazo, sólo una sana administración puede darnos resultados aceptables. Ya no habrá viajes ociosos al extranjero con el séquito inútil del “emperador”, ya no habrá renta de aviones a la compañía de un “cuate” cercano, con un contrato multimillonario… al menos eso creo yo.
La frase: En materia de gobierno, todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar. Sir Francis Bacon.

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