Confiesa que fue ladrón antes de ser actor

CIUDAD DE MÉXICO

El actor reveló su oscuro pasado, pero tampoco se avergüenza de lo que hizo.

Con el humor ácido que lo caracteriza, Jesús Ochoa, de 56 años, se dio una escapada de sus ensayos en la obra I.D.I.O.T.A., para platicar con la prensa sobre asuntos personales que vivió en el pasado como el hecho de que robó en varias tiendas para poder sobrevivir cuando llegó a México para sobrevivir antes de que se convirtiera en actor.

Chucho, como es conocido en el medio artístico, recordó su infancia en Ures, una pequeña ciudad en el estado de Sonora, donde soñaba con ser beisbolista de las Grandes Ligas, sin embargo, el destino lo orilló a terminar una carrera en la docencia, para ser maestro de primaria, pues era lo que sus padres podían ofrecerle; pero gracias a su inquietud por la actuación, nunca ejerció y decidió buscar su verdadera pasión, por lo que viajó a la Ciudad de México a los 19 años, encontrando su vocación en el teatro, el cine y la televisión.

“ “Estudié la prepa sin mayor relevancia, era un cuate normal como cualquier otro; después hice mi carrera en la Escuela Normal de Sonora, soy profesor. Imagínate a los 15 años estudiando una carrera que realmente no me apasionaba, pero tenía que cumplir, porque eso era lo que mi papá me pedía. Me dijo: ‘no hay dinero para una carrera larga, así que vas a entrar a la Normal’. Después me tocó brincarme a la Ciudad de México, tenía 23 años”, dijo.

Y agregó: “El maestro Sergio Galindo, en Hermosillo, fue quien me animó; yo iba para maestro y él me dijo: ‘no te hagas pend$%&, gordo, tú no eres profesor; eres actor’. Me acababa de titular e iba a empezar a dar clases de primaria, incluso ya estaba negociando mi plaza”.

“Fueron los momentos más felices de mi vida; cuando descubrí el teatro me sentí libre, en mis inicios admiraba mucho a Emilio Guerrero, Miguel Córcega y Jorge Mateos; no pensaba tanto en cine, como me dice mi hija ahora: ‘a ti te encanta el mitote’, y es cierto, cualquier juego o arte que implique más personas, pues te vas juntando con ellos; uno trae el balón, el otro el guante, y así se va formando el equipo; en la actuación pasa lo mismo”, confesó.

“Creo que eso lo ve el público y la prensa, si te dijera que mi mejor momento  fue estudiando teatro, pues ése es mi sentimiento; tengo la fortuna que desde que empecé en esto no me ha faltado el trabajo, para mí ése es un honor, ser llamado para laborar en varios medios, o distintos ambientes; he trabajado para la universidad, Bellas Artes, teatro comercial, televisión, cine; he aprendido a hacer de todo, y si no me jalan, pues yo lo hago y lo produzco; no me da miedo arriesgarme”, concluyó.

Por Agencias Quequi

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