Conmemoran su segundo aniversario luctuoso
Por Redacción > Quequi
Jorge Saldaña no ha muerto, hace dos años fue llamado a cuentas por el Señor, pero mientras los hogares mexicanos recuerden su sarcasmo, su inteligencia, su conocimiento y defensa de la música popular, su ameno y adecuado uso del lenguaje, su capacidad para entrevistar, seguirá vivo.
Al conmemorar el segundo aniversario luctuoso, la periodista Lilia Arellano junto con sus colegas Jorge González Durán, Javier Ugalde y Jorge Munguía recordaron al “Jibarito de Oro” acompañados por los grupos musicales Trío Los Príncipes, Trio Lo Diferente y el Dueto Star en una de sus tantas facetas: la música.
Consciente de los riesgos del periodismo, Jorge Saldaña era heterodoxo, sus opiniones de política y políticos causaban escozor en los detentadores del poder.
Muchas personas piensan que hablar de política o cultura puede ser solemne y aburrido pero Jorge Saldaña hablaba de autores de libros, poesía, política, con gran dominio del lenguaje, cumplía perfectamente con las premisas de los medios de comunicación: hablar, culturizar y divertir, siempre con su humor negro.
Decía que una campaña de sensibilización política era fácil, ponía ejemplos: para un informe presidencial la canción chilena “Gracias a la vida” estaba perfecta; para una campaña ecológica “Mi árbol y yo” del compositor y poeta Alberto Cortez; para campañas de donación de córneas y operación de ojos “Yo vendo unos ojos negros”, autoría del chileno Pablo Ara Lucena; para las campañas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) “La Burundanga”, que inmortalizó Celia Cruz, para hablar del Rancho Fox “Yo tengo ya la casita”, autoría de Rafael Hernández.
Controversial como era abordó temas prohibidos como el aborto, la píldora anticonceptiva, incluso, se atrevió a poner su panel de espaldas a la cámara para estar frente a sus entrevistados, lo cual no era bien visto por las televisoras.
Viajero del Mundo, visitó en incontables veces Quintana Roo, participó en grabaciones en Canal 10 Cancún, desde Tulum grabó un programa para la televisión veracruzana, Cozumel era uno de sus sitios predilectos.
Entre risas los periodistas recordaron que en su primer visita a Quintana Roo solicitó al gobierno federal la concesión de una isla en donde pretendía instalar un restaurante con bar, discoteca, treinta años después recibió una carta para saber si tomaría la concesión pero la isla ya había desaparecido.
Fue locutor y comentarista para programas diversos de la televisión, para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, cantante en cafés de París. Fueron célebres sus programas de televisión Nostalgia, Anatomías y Sábados con Saldaña; su último programa fue Añoranzas.
