Se vuelve la ley, un circo

Puerto Morelos

 

Con un amparo federal y muchos deseos de divertir a la gente, el circo Golden Bross, que realiza temporada en Puerto Morelos, y del cual dependen siete familias, sigue dando batalla, al igual que otros cinco circos del país que han optado por este recurso legal para poder trabajar con animales, ya que hay comunidades donde los niños no saben lo que es un león, una llama o un camello, sobre todo los de escasos recursos, y esta es la única forma con la que ellos tienen oportunidad de conocer las diferentes especies del planeta.

“Nos preguntamos a dónde llevó el Partido Verde los animales que retiró de los circos; ellos prometieron santuarios para cuidarlos y protegerlos, cosa que a dos años que entró en vigor la ley que prohíbe el uso de animales en espectáculos no ha cumplido, por el contrario, los sacrificaron y disecaron para quitarles la piel y venderlas”, afirma Jhonatan Díaz García, gerente y malabarista del circo Golden Bross, que trae como una de sus principales atracciones al Hombre Lobo.

Comenta que la prohibición de animales les afectó mucho como empresa, lamentablemente las entradas se desplomaron hasta en un 80%, pero a pesar de eso siguen luchando con un amparo otorgado por un juez federal del estado de Veracruz. Entre los circos actualmente amparados para trabajar con animales están el Atayde Hermanos, Fuentes Gasca, Fuentes Boy, Barley y Golden Bross.

“Nosotros tenemos nuestros animales, como camellos, caballos, tigres, leones, changos, llamas, no quisimos deshacernos de ellos, los resguardamos un tiempo en lo que se solucionaba este problema, porque nosotros sí los amamos y luchamos para que los niños de todos los lugares de la República Mexicana a donde vamos a trabajar, conozcan las diferentes especies. En el circo se reproducen, los cuidamos, los alimentamos y los aseamos. Los supuestos defensores hablan de maltrato, pero ellos han sido crueles con los animales”, externa en tono de reclamo.

Díaz García recuerda que hace poco tiempo en Mérida las autoridades quisieron prohibirles trabajar con los animales, a pesar de presentar el amparo, pero pelearon y lograron trabajar con ellos, se sabe de otros casos como el ocurrido recientemente en el municipio vecino de Playa del Carmen. Señala que en el circo se sufre y se batalla, pero la vida ahí es muy bonita, se conocen muchos lugares, así como gente buena y gente mala.

“No somos cirqueros, somos artistas de circo. Tenemos que modernizarnos y darle un giro al espectáculo, por eso trabajamos con personajes como Frozzen y Pepa Pi, y la gente sale contenta porque disfrutó de un buen show, renovado y sano, con humor blanco. Pero no es lo mismo sin los animales. Mientras el público pregunta qué pasó con ellos”, puntualiza.

Concluye que lucharán con todo para que en México siga la tradición del circo con animales, pues la aceptación del público sigue siendo unánime; mientras un 80 por ciento los apoya, solamente un 20 por ciento se muestra inconforme.( Por Guillermo Olán > Quequi )

 

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