Urge construir un rastro

Francisco Canul > Quequi

Tulum

 

A pesar de que desde años atrás las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), han reconocido que en la Riviera Maya, ingresan toneladas de carnes rojas cuya procedencia es dudosa, y a decir de Javier Flores, presidente de la Asociación de Profesionistas de Tulum, poco importa a las autoridades correspondientes la inexistencia de un rastro municipal donde se tenga un estricto control sanitario para el comercio de los productos cárnicos.

Hoy día la matanza clandestina, traslado y la manipulación de productos cárnicos de dudosa procedencia ante la falta de una Rastro Municipal en Tulum, así como condiciones antihigiénicas de las carnicerías que son realmente desagradables al no reunir las características mínimas de salubridad, representan un grave riesgo para los consumidores y habitantes no solo del noveno municipio, sino que de todo importante corredor turístico de la Riviera Maya.

Fuentes extraoficiales estiman que un promedio mensual de ocho a 10 cerdos, de los que se sacrifican clandestinamente en Tulum, son portadores de cisticercosis, que puede afectar diferentes órganos en el consumidor de la carne contaminada, como el corazón, pulmones, ojos o cerebro, y provocar daños irreversibles si no es tratado a tiempo y de la manera debida. 

La cisticercosis o “enfermedad del cerdo” que afecta también a los humanos, según la fuente, debe de ser controlada desde un Rastro Municipal, donde el veterinario examina la carne del cerdo, y si la encuentra contaminada con “semilla” debe de ordenar inmediata destrucción para evitar su consumo.

En su momento la Subdelegación de la Sagarpa, informó que pese a la vigilancia fitosanitaria establecida en los límites de Yucatán y Quintana Roo, (crucero de Cobá,), no descartó la existencia en el mercado de carne de dudosa procedencia que ingresa de manera clandestina a través de al menos 250 vehículos por semana que alcanza aproximadamente alrededor de 500 toneladas.

En ese entonces, Rodolfo Rello Monter, jefe de Distrito de la Sagarpa en la Zona Norte, no solo aseguró que lo anterior representa un grave problema de salud pública, sino que para las autoridades resultaba imposible detectar a infinidad de vehículos que circulan por caminos vecinales y brechas donde se encuentran los centros de matanza que de manera irregular realizan esa actividad.

Aunque no precisó cuantas toneladas de carne de dudosa procedencia ingresan semanalmente por los caminos de la Zona Maya y que convergen con el municipio de Valladolid, del vecino estado de Yucatán, asegura que la manipulación y trasladado de los productos cárnicos “son un grave, pero gravísimo problema de salud pública, por no contar con los sellos de la Secretaría de Salud”.

Pese a ello, manifestó, resulta menos que imposible detectar a todas las personas que de manera ilícita transportan canales de animales sacrificados clandestinamente, que incluso las llegan a almacenar en los puntos donde existen refrigerados, intercalándolas entre la carne que sí está verificad

“En Tulum, Playa del Carmen, o mejor dicho en la Riviera Maya, existe la falta de una reglamentación y medidas preventivas para el consumo de carne, sobre todo las amas de casas conozcan que tipo de productos cárnicos son los que compran y consumen, pues el principal problema es que en este momento no hay un control alguno en lo que es el de pollo, res o cerdo que entra al municipio y es vendida en las carnicerías locales”, dijo el presidente de la Asociación de Profesionistas de Tulum, Javier Flores.

 

Comments

comments

No hay comentarios