Brilla en la Berlinale

BERLÍN

Agencias Quequi

 

El actor Joaquin Phoenix brilló en la Berlinale con Don’t worry, he won’t get far on foot, un filme dirigido por la mano maestra de Gus Van Sant y centrado en la rehabilitación de un kamikaze en silla de ruedas, adicto al alcohol y otros abismos.

“Nos ceñimos en lo posible al personaje real, desde al accidente que le deja paralítico a su superación personal”, explicó el director estadounidense sobre su filme, basado en la biografía de John Callahan, quien a los 21 años quedó en silla de ruedas y al que su cáustico sentido del humor redimió como exitoso dibujante.

Van Sant, de regreso en la Berlinale tras haber estado en la sección oficial de ese festival con Good will hunting (1998), Finding Forrester (2003) y Promised Land (2013), sitúa al espectador en los primeros veinte minutos bajo la tensión de un joven Callahan en sus últimos días de “vida andante”.

Fue difícil, en la presentación a los medios, arrancarle alguna frase a Phoenix, que parecía interesado en demostrar que no le gustan los festivales ni hablar de sus caracterizaciones, ni la actual, ni otras anteriores, como la de Johnny Cash en Walk de Line.

“No tengo buenas respuestas a preguntas ‘cool'”, dijo, interrogado sobre sus silencios interpretativos, mientras el veterano Udo Kier, uno de los secundarios en la película de Van Sant, compensaba un poco su parquedad con alguna anécdota.

Don’t worry, he won’t get far on foot era el reencuentro de la Berlinale no solo con Van Sant, sino también entre este y Kier, intérprete del filme con el que el director estadounidense debutó en Berlín con Mala Noche (1986), entonces fuera de concurso.

Comments

comments

No hay comentarios