Pasión y muerte de forma virtual; la celebración del Viernes Santo se realizó en el Vaticano sin fieles católicos

ROMA 

Por Agencias Quequi 

El Papa Francisco presidió ayer la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, que en esta ocasión estuvo vacía a causa de la pandemia del coronavirus. 

El Papa solo estuvo acompañado del maestro de celebraciones pontificias, Mons. Guido Marini, los acólitos, un reducido coro y algunos funcionarios del Vaticano. 

En la Basílica, desprovista de ornamentos e iluminada tenuemente en consonancia con la sobriedad de la ceremonia en la que no se celebró la Eucaristía, el Santo Padre, vestido de púrpura en recuerdo de la sangre de Cristo derramada en la Cruz, se postró en el suelo delante del altar para orar durante unos minutos. 

Tras los minutos de oración silenciosa, el Pontífice se puso de nuevo de pie para la liturgia de la Palabra en la que se leyó un pasaje del libro de Isaías (52,13 – 53,12), se recitó el salmo 31, se leyó la Carta a los hebreos 4:14-16, y 5: 7-9; y el Evangelio de San Juan que relata la Pasión de Cristo. 

PETICIÓN 

En la oración universal de los fieles, el Papa elevó una especial petición por los enfermos de coronavirus: Dios omnipotente y eterno, singular protector de la enfermedad humana, mira compasivo la aflicción de tus hijos que padecen esta epidemia; alivia el dolor de los enfermos, da fuerza a quienes los cuidan, acoge en tu paz a los que han muerto y, por todo el tiempo que dura esta tribulación, haz que todos puedan encontrar alivio en tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

Después se realizó la adoración de la cruz, aclamada tres veces en latín con las palabras “Mirad el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo. ¡Venid a adorarlo!”. 

En esta ocasión, la adoración se realizó con el crucifijo milagroso de San Marcelo, que ayudó a vencer la peste hace varios siglos y ante el cual el Papa rezó el viernes 27 de marzo por el fin de la pandemia. 

Al igual que otros años, el predicador de la Casa Pontificia, P. Rainiero Cantalamessa, pronunció la homilía. Esta vez su prédica llevó por título “Tengo proyectos de paz, no de aflicción”. 

Las celebraciones religiosas del Viernes Santo fueron transmitidas en vivo a través del canal de Youtube Vatican Media Live. 

El Viernes Santo se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret. Se trata del quinto día de Semana Santa y es una de la fechas más representativas dentro de las creencias cristianas, pues es el momento en que la fe de Cristo llega al punto climático de su existencia y dejando a sus creyentes el simbolismo de la cruz. 

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