El deporte como herramienta de cambio desde la raíz
Por Dylan Vera Silva
Quequi
Vivimos en una etapa de la historia compleja, llena de retos como sociedad, mismos que los movimientos organizados de algunos sectores han adoptado con la finalidad de modificar el paradigma. Movimientos contra la contaminación de las grandes industrias, la lucha por una estructura social basada en la equidad y el acceso a la educación, son algunos de los temas que dominan la agenda.
La cuestión es pensar en que tipo de herramientas son las que se usan para poder mitigar tantas diferencias, ¿Se han analizado todas las alternativas reales que se tienen a la mano para generar un cambio? Algunas veces, la solución puede estar más cerca de lo que pensamos.
Estamos en una etapa en la que el deporte es visto como uno de los negocios más redituables del mundo, hablando en términos de mercadotecnia, patrocinios, venta de ropa y un sin fin de negocios derivados de la actividad, los atletas y los grandes corporativos que operan detrás.
Un ejemplo claro de lo que estamos hablando en la época moderna, son los 1,900 millones de dólares que cuesta un equipo en promedio de la NBA, de acuerdo a Forbes. Además de que el negocio se ha expandido de tal forma que atrae no solo empresarios locales, si no que los inversionistas más influyentes del mundo han encontrado aire en la industria deportiva, siguiendo el ejemplo de la NBA, está el caso de José Tsai, Cofundador de ALIBABA y su participación del 49% en los Nets de Brooklyn.
Pero hay algo que éticamente como sociedad estamos descubriendo y es que es el deporte la herramienta de Soft Power o poder blando, en su más profunda naturaleza el agente promotor de calidad de vida, sana organización, inclusión y salud que los países tienen a la mano para atacar las amenazas a la tranquilidad general presentes en los diferentes niveles socioeconómicos, y entones ¿Por qué no se ha hecho un uso mayor del deporte?
Sin duda alguna, el deporte impacta directamente en el empleo y la economía. Esta afirmación también genera tensiones entre la población y la elite dominante, entre la innovación y la restauración, entre el significado de un ente deportivo a nivel cultural y sentimental, para cada sector de la población y la apropiación cultural de las instituciones deportivas, sus inversionistas y posibles nuevos dueños e inversionistas.
Es justamente el momento, cuando se intentan armonizar estas diferencias y contradicciones que se olvida totalmente los aspectos esenciales del deporte y el porque de su existencia. Con seguridad puedo afirmar que el deporte se ha desarrollado con una rapidez admirable, siendo así un elemento característico de la sociedad contemporánea en el que este es un diferenciado entre las actividades cotidianas de las personas.
Debido al crecimiento y el poder sobre la sociedad que tiene el deporte en la actualidad, es de consideración que se plantee su uso como una herramienta de cambio en la sociedad mediante un extenso conocimiento de la realidad social, las Interrelaciones que existen dentro de las organizaciones políticas y deportivas en cada nivel de gobierno, desde lo local hasta lo internacional y los mecanismos que ayudan a entender los cambios de la sociedad a consecuencia del deporte. Todo con una estrategia con proyección a mediano y largo plazo.
Para comprender mejor como es que el deporte es una herramienta de cambio ambiciosa hay que tomar como ejemplo el torneo deportivo denominado “Super Copa de España” que en su búsqueda por ganar más seguidores, mayor inversión y con un ejemplar estudio de las ideas que repasamos en el párrafo anterior, llevaron dicho torneo con 4 de las más importantes e influyentes organizaciones deportivas de España a uno de los países que hospeda bastantes personalidades multimillonarias del mundo, 23 para ser exactos, Yeda, Arabia Saudita.
Una jugada estratégica a nivel empresarial y deportivo impecable, en apariencia. Pero qué pasa cuando grupos sociales se manifiestan en contra, hay que comenzar a analizar el deporte desde lados que no habían sido considerados. El llevar dicho torneo de un país, en términos generales, liberal y moderno en lo que respecta a la equidad de género despertó molestias en el país que forma parte de la península ibérica, argumentando que el trato a la mujer para entrar a los estadios, su censura y falta de libertad con respecto a la forma de vestir y sus derechos no eran compatibles con las organizaciones españolas en el mundo.
¿Cómo negociar para que un negocio a 3 años de 120 millones de Euros no se vea afectado? Es ahí cuando la fortaleza del deporte como herramienta de cambio sale a flote. Al final la organización gubernamental de Yeda cedió y permitieron el acceso a las mujeres a los estadios de futbol así como la libertad para escoger la zona en donde quisieran sentarse, algo que en el razonamiento occidental mexicano, suena como algo casi imposible de plantear.
Fue así como siguiendo el argumento de justificación expresado por Luis Rubiales, presidente de la RFEF, cobró fuerza y plasma la idea inicial de este artículo. El deporte es fundamental para abrir fronteras, impulsar la evolución de las sociedades y sobre todo puede usarse como un elemento de cambio y optimización.
En el caso mexicano, con el primer lugar de obesidad infantil mundial, el conflicto actual entre el gobierno y los grupos de presión feministas, la esperada caída del 9.9% de la economía mexicana de acuerdo a un análisis de Banxico y la caída en el sector de Turismo ¿Es el deporte una alternativa para combatir los problemas y convertirlos en oportunidades?
Organizaciones deportivas mexicanas existen, medios de comunicación con ganas de difundir el deporte, explicarlo y analizarlo están a la orden del día, al parecer el componente faltante es aumentar la lucha contra la apatía, el desinterés, la corrupción y la difusión masiva de contenido no productivo, que alimenta a diario la radio, televisión y los medios digitales en México.
Tenemos la oportunidad de ser mejores siguiendo modelos deportivos reales y exitosos. Hacerlo real es la misión.
