Recibiría la GN mochada de los ‘piratas’ del AIC
Presunta corrupción permite que se solapen abusos a turistas con exorbitantes tarifas.
Por Redacción > Quequi
El abuso de un taxista a un turista canadiense registrado la semana pasada en el Aeropuerto de Internacional de Cancún (AIC), destapó la tolerancia de los elementos de la Guardia Nacional para la operación de los transportistas piratas, mientras las denuncias por los abusos siguen acumulándose ante el cuerpo consular.
Mientras el concesionario del AIC, el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), se mantiene a la expectativa, ya que no puede intervenir al tratarse de un tema de competencia federal, trascendió que el trasfondo de la tolerancia de la Guardia Nacional (GN), es que estaría recibiendo dos mil pesos semanales por cada unidad que opera de manera irregular en el lugar.
Mientras tanto, las quejas se suceden continuamente por la incesante operación del transporte pirata en el AIC, cuyos jaladores acosan sin cesar a los miles de turistas que llegan diariamente a cualquiera de sus terminales, a quienes abordan con letreros que les ofrecen incluso el servicio de transporte de ADO, lo cual solo es un gancho para que los escuchen.
Abuso tras abuso
El presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur) y cónsul de Noruega en el destino, Sergio González Rubiera, indicó que el asunto de los piratas sigue exactamente igual y siguen con el mismo modus operandi, pese a la detención de un taxista la semana pasada.
Así, los turistas se enfrentan a los gritos constantes de los jaladores mientras tratan de salir de las terminales para dirigirse a su destino, sin que nadie haga algo para resolver el problema de fondo que está dañando la imagen turística del destino.
Ejemplificó que una prueba de lo anterior, es el caso de una pareja de turistas alemanes, quienes llegaron a Cancún el 7 de abril para pasar sus vacaciones, pero después de dos horas de esperar su equipaje y luego ser revisados por el personal de la Aduana, acumulaban más de un día de viaje.
Por ello, al salir del aeropuerto no encontraron a nadie de su operador turístico, salvo dos representantes de otras compañías, lo cual dio pie a que se les acercaran varios jaladores de los transportistas piratas para preguntarles cuál era su problema, por lo que al saber que habían tardado en salir les dijeron que las agencias no esperan tanto, por lo que les hicieron varias llamadas en español con números de teléfono de sus documentos de viaje.
Al final, las personas que llevaban gafetes con sus nombres como los empleados de una compañía, les dijeron que podían reservar un taxi con ellos y les dieron un número de confirmación para que les devolvieran su dinero al día siguiente, para lo cual les enviarían su recibo por correo electrónico y un representante del operador turístico acudiría a su hotel para atenderlos.
Así, procedieron a pagarle a un señor de nombre Henry Mazon la cantidad acordada de 140 euros, que se transformó en más de 175 equivalentes a tres mil 100 pesos, sin que les enviara su recibo por correo electrónico y, obvio, tampoco apareció el representante de la empresa con el nombre que les había dado, además de que el número telefónico proporcionado estaba incompleto.
Además, su representante de viajes les informó que se habían equivocado de salida del aeropuerto y no les reembolsarían ninguna cantidad, pues buscan que se les devuelva la cantidad que pagaron al prestador de servicios turísticos, mientras tratan infructuosamente de localizar en Internet el nombre de la empresa transportista.
Por ello, buscan también que el cuerpo consular intervenga para que haya más seguridad y evitar este tipo de fraudes o abusos a los turistas, pues la situación les generó una mala experiencia en sus primeras vacaciones en México y no se sienten muy cómodos por ese incidente.
