“El momento, preciso y precioso”

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.Eclesiastés 3:1, 11

Existen dos palabras para referirnos al tiempo: “Cronos” que refiere al tiempo cronológico o secuencial. Este es lineal, medible y cuantificado en segundos, minutos, horas, días, mes, año, siglo, milenio, etc., y Kairos, el cual lo entendemos como el “momento” indeterminado donde las grandes transformaciones suceden.El momento adecuado, exacto, perfecto, fortuito en el que se hacen las cosas perfectamente.

Mientras la naturaleza de cronos es cuantitativa, la de Kairos es netamente cualitativa.
Kairos es una antigua palabra griega que significa “el momento adecuado”, el oportuno, el momento preciso para hacer cualquier cosa que nos propongamos aquí y ahora. Ese momento en el que sabemos y sentimos que es necesario actuar, antes que el Cronos lo impida.
Pero mientras vivamos en los momentos especiales del Kairos, el tiempo lineal cuantitativo seguirá transcurriendo en el Cronos. El Cronos es quien nos enseña que todo tiempo es preciado, y allí es cuando “CRONON” toma su fugaz relevancia.


El Cronon también es “un tiempo”; tiempo o momento incuantificable. Basta un fugaz Cronon de luz, para dejar de estar librados a la suerte, permitiéndonos vivir preparados, ante cualquier circunstancia. En un Cronon puedes despertar la consciencia de tu Kairos.

Seguro que te ha sucedido, hay cosas que habías escuchado, que ya las sabías y, sin embargo, hasta que no te llegó el “momento”, no operaron para ti. Son esas situaciones en las que dices: “Me cayó el veinte”, a ellas les llegó su momento. En otras palabras, a nuestro Cronos, le llegó el Kairos; por la luz del Cronon.

Mientras que la asomada del sol por la ventana nos dice que ya amaneció (Cronos); entendemos que ya es tiempo de levantarnos haciendo las cosas “a su tiempo para que nos dé tiempo” (Kairos); en ese transcurrir del tiempo, recordamos o “entendimos” que debíamos pedir perdón para que “el sol no se ponga sobre nuestro enojo o el de la otra persona (Cronon).

Ejemplo: 

“Eso sucedió ya hace mucho tiempo” = Cronos.

“Se te está pasando el tiempo” = Kairos.

“Reaccionaste a tiempo” = Cronon

PECADORES… ¡Hagan las cosas a tiempo en el tiempo, y que Dios le ilumine a tiempo, en el momento preciso y precioso, con esta hermosa invitación del Dios de amor y gracia!

¡Bendiciones amigos y hermanos del camino, del camino de Dios! Pbro. Carlos César González Cruz

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