La voz de la sabiduría maya: Rosa María Cime Xicum y su lucha por preservar la medicina tradicional

José María Morelos.- En la tierra del maíz y la tradición, Rosa María Cime Xicum, una mujer maya cuya conexión con la naturaleza y sus saberes ancestrales la han convertido en un pilar de su comunidad, enfrenta los retos del cambio. Reconocida en 2020 como “Tesoro Humano Viviente” por el Gobierno del Estado a través del Instituto de la Cultura y las Artes, Doña Rosita ha dedicado su vida a la práctica y enseñanza de la medicina tradicional, una herencia que cuida con esmero en cada hoja, raíz y planta que utiliza.


Doña Rosita relata con serenidad y nostalgia los cambios que han transformado el paisaje de su entorno.

«Antes, el monte estaba cerca de la casa; ahora hay que caminar más lejos para buscar las hierbas medicinales», cuenta con una mezcla de resignación y esperanza. Consciente de los obstáculos, ha encontrado en su propio patio un refugio para las plantas que le han acompañado por generaciones. «Lo que sé que me sirve no lo chapeo, dejo que crezca. Cuando veo que está creciendo demasiado, lo podo para que vuelva a retoñar. Así evito ir al monte».


La deforestación, el crecimiento urbano y las prácticas agrícolas modernas han hecho que especies como el cataltún y el sinanche sean cada vez más difíciles de encontrar. Sin embargo, no se rinde. En su búsqueda incansable por preservar estas plantas, recurre a ejidos lejanos como San Isidro y Plan de La Noria, donde amigos y conocidos le ayudan a recolectar las preciadas hierbas que, en otro tiempo, florecían abundantemente cerca de su hogar.


Para Doña Rosita, cada planta tiene un propósito. «El sinanche es muy bueno para el mal aire, para el dolor de cabeza o para bañar a alguien con vitíligo», explica mientras sostiene en sus manos hojas que cuentan historias de curación. Con una sabiduría que solo la experiencia puede brindar, señala cómo incluso tras las quemazones en el monte, muchas plantas vuelven a nacer con más fuerza. Pero en los corrales, donde el ganado pisa y devora indiscriminadamente, estas especies no tienen la misma suerte.


A pesar de los años Doña Rosita mantiene vivo el legado de la medicina tradicional maya, adaptándose a los tiempos modernos, pero sin olvidar sus raíces. Su historia es un llamado urgente para valorar y proteger el conocimiento ancestral que guarda el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.

En cada hoja que crece en su patio, en cada planta que logra rescatar del monte, Rosa María Cime Xicum siembra no solo remedios para el cuerpo, sino también esperanza para un mundo que necesita recordar la sabiduría de sus ancestros.

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