Misión Evangélica: El ídolo en tus manos

Cuando ustedes levantan las manos para orar, yo aparto mis ojos de ustedes; y aunque hacen muchas oraciones, yo no las escucho. Tienen las manos manchadas de sangre. Isaías 1:15

Las manos tienen un significado importante en la Biblia, significan el obrar del ser humano, su comportamiento, sus acciones y la determinación de su corazón, hay muchos textos bíblicos donde podemos encontrar suficiente luz sobre esto.

• Extiende su mano al pobre, y alarga sus manos al necesitado. Prov. 31:20.

• El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. Efesios 4:28.

• Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: “Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra”. Deut. 15:11

Cuando los judíos levantaban sus manos, era una expresión de declaración en rendimiento a Dios, el poder, la capacidad, solvencia y todo lo que se podía poseer era entregado en rendimiento a Dios.

Moisés ganó la guerra contra Amalec, cansadoAarón y Hur sostienen en alto sus manos para que Israel pueda prevalecer contra sus enemigos. El apóstol Pablo nos exhorta a orar levantando manos santas, sin ira ni contienda. Es decir, las manos símbolo de servicio en el poder de Dios, deben estar libres de ataduras de rencores, resentimientos y malas intenciones. ¿Cómo podría una persona aparentar que ha rendido a Dios su vida y está en una entrega total cuando su corazón ha sido malvado? El mal obrar en pensamiento palabra y obra queda expuesto ante los ojos de Dios quien lo sabe todo porque lo ha visto. Querer convencer a Dios con largas oraciones y falsas lágrimas no tiene caso.

“Yo aparto mis ojos de ustedes; y aunque hacen muchas oraciones, yo no las escucho. Tienen las manos manchadas de sangre. Dice Isaías 1:15.

Las manos manchadas de sangre, puede significar la vida llena de injusticas, de atropellos, de heridas morales causadas por acciones depredadoras.

No hay palabrerío que valga ante a Dios, se puede impresionar a algunas, personas con falsas lágrimas, convenciéndolas de tener un arrepentimiento, pero a Dios no. La adoración y servicio que se rinde,muestra a quien se adora. Si no es el Dios vivo y verdadero, puede ser a un ídolo.

¿Qué ídolo tienes en tus manos? ¿De qué están llenas tus manos?

SJ. Carlos César González Cruz

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