Se opone a Sheinbaum

Cuestiona el plan federal de desarrollo urbano que apoya la presidenta de México.

Tulum
Por Redacción

El regidor Jorge Portilla ha encendido el debate en Tulum al rechazar el Plan Federal de Desarrollo Urbano, al que calificó como un proyecto «hecho desde un escritorio en la Ciudad de México» por personas que, según él, no comprenden las particularidades del municipio. Sin embargo, su oposición al plan parece tener poco peso cuando se revisan sus propias acciones como exdirector de Desarrollo Urbano, puesto en el que tuvo oportunidad de abordar problemas similares sin ofrecer soluciones claras.

Entre las críticas de Portilla destacan las densidades mal asignadas en el plan, un señalamiento que resulta paradójico, ya que no tomó medidas concretas para reformar la planificación urbana durante su gestión pasada. Además, se mostró en desacuerdo con el actual reglamento de desarrollo urbano, un documento que, para sorpresa de muchos, él mismo ayudó a diseñar y aprobar. Estas contradicciones han puesto en tela de juicio la autenticidad de su postura crítica.

El regidor también ha chocado con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien respalda el proyecto federal como un esfuerzo para garantizar el desarrollo sostenible de Tulum. Portilla no sólo cuestiona el plan, sino que su desacuerdo con la presidenta parece más una postura política que una propuesta fundamentada, dejando al descubierto una visión confusa sobre cómo debería desarrollarse el municipio.

Mientras tanto, empresarios y habitantes de Tulum ven con preocupación cómo la disputa política de Portilla eclipsa la necesidad urgente de generar acuerdos concretos que promuevan un crecimiento ordenado y ambientalmente responsable. En un contexto donde los recursos naturales de la región son cada vez más vulnerables, el enfoque debería centrarse en soluciones reales, no en juegos de poder.

El Plan Federal de Desarrollo Urbano se presenta como una oportunidad para transformar Tulum con una visión sostenible, pero con figuras como Portilla al frente del debate, la narrativa sigue cargada de contradicciones.

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