Una cruz a la medida

MISIÓN EVANGÉLICA

POR S.J. CARLOS CÉSAR GONZÁLEZ CRUZ

  • Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo. 2 Cor. 5:21

-Aqui están  las medidas de esos malvados, que las cruces sean de madera pesada, que no se abra cuando los clavos les partan los huesos de las manos y pies al clavarlos. Esas cruces deben ser perfectas para esos malhechores, merecen morir  en ellas.

-Siempre es un honor para mi elaborar una Cruz para un malvado digno de ella.

Barrabás debió estar agradecido con Dios cuando le dijeron que Jesús moriría en su lugar. Miró como el látigo destrozaba la piel  de su cuerpo, los clavos penetraban en pies y manos y como era levantado en esa cruz agonizando hasta morir en ella.

Yo estaría ahí, yo merecía esa muerte, no él

Se secó las lágrimas y se fue diciendo:

-¡Él me salvó, él es mi salvador!

Yo también soy un Barrabás, un malvado malhechor que merece morir como tal. Nunca olvidaré lo que pasó en esa Cruz. Ahí murió por mí mi salvador Jesucristo.

¡Bendiciones amigos y hermanos del camino!

SJ. Carlos César González Cruz.

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