Sigue con transas Marina ‘El Pescador’

Las cadenas hoteleras como el Sunset y Club Med, también son víctimas de la rapiña de Vargas.

Por Javier Chumacero>Quequi

El sistema muy bien organizado que crearon los empleados del hotel Barceló en la Riviera Maya con Francisco Vargas a la cabeza de la logística, y el propietario de la distribuidora de mariscos Marina “El Pescador” Cancún, S.A. de C.V., tiene largos tentáculos, pues el robo se extiende a otras grandes cadenas hoteleras como el Club Med y el Sunset, por lo que la transa resulta muy redituable por la doble venta que realizan a estos centros de hospedaje, y que a pesar de existir una demanda legal, esta actividad ilícita persiste impunemente.

Para tener éxito en este negocio ilegal, se cuenta con el apoyo del contralor del hotel, quien es el encargado de revisar las cuentas, así como del encargado de la cocina, que luego de cada compra, debe firmar y sellar de recibida la mercancía, además, de todo el personal de cocina que seguramente conservan su empleo a cambio de no denunciar la estafa.

La carga y descarga de sus camionetas en sus dos instalaciones es aparentemente normal. La cola de langosta, los mariscos, el pollo, la carne y los langostinos son parte de la mercancía que ofrecen como proveedores de muchos años a los restaurantes de la ciudad. Sólo llama la atención que este tipo de empresas tiene en promedio 10 o 12 empleados y don Francisco contrató a 25.

El chef tiene el control de los proveedores, ya que le pasa una lista al encargado de compras, quien habitualmente hace los pedidos uno o dos días antes de que se termine el stock en las congeladoras del Barceló en la Riviera Maya. Hasta aquí todo marcha en orden. En esas fechas, los menús son programados con base en los últimos alimentos que aún siguen en la cocina.

Sin embargo, sin que figure como un plato muy pedido, de repente se acaban los mariscos. Por la dinámica del hotel, no hay tiempo para verificar si efectivamente un día se requirieron tantos kilos de este producto, por lo que se le pide al “Pescador” más mercancía.

No obstante, esas bolsas sí están en el restaurante pero escondidas en un congelador al cual sólo tiene acceso el chef, quien cuenta con un cómplice que los días domingos, en que todos están listos para irse a sus casas, recoge el material y lo lleva de vuelta al negocio de don Francisco, quien gustoso recibe sus mismos mariscos, con lo que la ganancia se duplica porque los venderá al mismo cliente dos veces y sólo tributará ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) en una ocasión.

En 2013 ya fueron capturados por este mismo fraude varios cocineros de este hotel. Se ignora como el dueño del “Pescador” no paró en prisión, ya que todos los detenidos lo delataron en el primer interrogatorio. Pese a este antecedente, volvió a armar toda la logística para delinquir de nueva cuenta.

SOSPECHOSO CLANDESTINAJE

Como temiendo ser descubiertos en algún ilícito, trabajadores de la empacadora de mariscos Distribuidora Marina “El Pescador”, se mostraron nerviosos e incluso tomaron fotos con celular a los reporteros de Quequi cuando acudieron a las oficinas para entrevistar al gerente que en todo momento se negó a recibirlos, ante la denuncia que pesa en contra de la empresa por robo de langosta y otros productos marinos.

Con dos horarios para realizar maniobras de carga y descarga de los productos del mar (9:00 horas y 18:00 horas), los desleales empleados acusados de estar amafiados con personal del hotel Barceló, incluso lanzaron amenazas e improperios a quien esto escribe, por tomar fotos de sus actividades.

Algo que llamó la atención al realizar un recorrido por el lugar, fue que las oficinas ya no estás rotuladas ni con el nombre, ni con la razón social de la empacadora, como lo estaba hasta hace algunos meses, no así los vehículos que utilizan para el transporte del producto, como queriendo ocultarse en el anonimato.

Incluso metros más adelante se encontró otro lugar, en el que se encontraban camionetas de la misma empresa rotuladas con el nombre de “El Pescador”, que al parecer funciona como centro de carga en otro horario, pero misteriosamente no había nadie, daba la sensación que era un sitio abandonado.

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