Frena INAH obras de restauración

 

Habitantes de San Martiniano intentan mantener de pie una iglesia franciscana que data del siglo XVI.

 

Por Daniel Cauich > Quequi

Habitantes de la comunidad de San Martiniano externaron su malestar contra el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por la suspensión de la reconstrucción de su centro de adoración a San Antonio de Padua, cuyos vestigios datan del siglo XVI, y de la construcción de una calle de terracería.

Los representantes comunitarios que realizan actividades sacras, solicitaron la presencia de los titulares del INAH para que presenten argumentos válidos que convenzan a los comuneros, quienes mencionaron que la restauración de la estructura eclesiástica franciscana del siglo XVI, se detuvo por orden de esa dependencia; no obstante, que se seguían los métodos y protocolos requeridos.

El ex comisariado ejidal, Gregorio Nahuat, explico que primeramente, la construcción de una terracería en la parte aledaña de la antigua infraestructura se suspendió, ya que a decir del constructor de apellido Conde, dijo que el INAH le ordenó parar los trabajos, pues al parecer daña vestigios de una estructura federal.

“Los ejidatarios, están pidiendo una explicación al INAH, pues son muchos años que se está trabajando y usando la iglesia por parte de  la comunidad y ahora nos pide que no toquemos nada; incluso, que no se repare una choza que representa nuestra iglesia principal y eso no lo vemos bien”, indicó Nahuat.

Cabe mencionar que desde 2003 se puso en marcha un plan de reconstrucción de la iglesia franciscana del pueblo de San Martiniano, construida en el siglo XVI y destruida durante la Guerra de Castas.

De acuerdo a representantes de la iglesia, la restauración se realiza con lo establecido por el INAH, que data del siglo XVI, mide 20 metros de frente por 40 de largo, no tiene techo y está siendo reconstruida de sus muros, desde mayo de 2013, cuando la dependencia emitió las licencias correspondientes después de ocho años de intentos por restaurarla, dando además empleo a los habitantes de la comunidad.

La importancia de restaurar este templo dedicado a San Antonio de Padua, es que además de ser oficialmente un monumento histórico, es de los pocos que existen en el norte del estado y que se puede considerar para una ruta turística de iglesias.

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