ALEXIS SHAFFER. Si Es Posible Estar En Paz
La pareja ideal
Todos queremos una pareja que provoque lo que sentimos por ella, y nos haga mucho más grandes en la vida. Si estamos tomados de la mano, sentir que no hay nada igual en el mundo. Todo es amor y junto a ella vivimos la felicidad.
Muchos soñamos encontrar nuestra media naranja sensacional y basta con que nos muestre su ternura, para empezar a sentir lo que es el verdadero amor. A veces eso parece una tarea imposible o por lo menos intimidante. Sin embargo, para encontrar una pareja ideal, es en realidad es muy simple. Sólo que mucha gente no sabe dónde buscar o cómo empezar. Si quieres salir de la soltería, la soledad, e iniciar una relación amorosa, este artículo está dirigido a ayudarte a encontrar la manera de iniciar tu búsqueda.
-Primero establece y clarifica qué es lo que quieres.
El primer paso para encontrar a tu pareja ideal es un papel y un lápiz. Lo que vas a escribir es una lista de tus prioridades y atributos y de los que deseas en tu pareja. La lista debe incluir: tus valores, tus características de personalidad, y las que tendrá tu pareja deseada; tu estilo de comunicación, carrera, al igual que intereses, hobbies, creencias, el deseo de hijos y tu disposición a aceptar los hijos de otra persona, etc.
-Si estás buscando una mujer, mira a su madre y analiza la relación de la madre con los hombres; observa al padre para ver qué es lo que ella esperará de ti. Hacer lo anterior te dirá todo lo que necesitas saber. Sin embargo, ten conciencia de que todo ello podría no reflejar el crecimiento personal que pueda haber llevado a cabo una persona. También considera que sus padres podrían ser la antítesis de aquello en lo que ella cree y quiere.
-Si estás buscando un hombre, observa a su padre y cómo trata a su madre, etc., y fíjate en su madre para ver qué espera él de ti. Hacerlo te dirá todo lo que necesitas saber. Cuando estés observando a alguien proveniente de un entorno de malos tratos, en su lugar fíjate en cómo se comporta con los niños, mascotas, personas más débiles o subordinados, las situaciones estresantes y los conflictos personales. Muchas personas que han sufrido abusos se vuelven duros y gentiles, pero muchas otras perpetúan el abuso.
-Elije a alguien que haga tu vida más grande y no más pequeña.
-Ser amigos y no solo amantes. Eso significa mucho más de lo que piensas y un modo de juzgarlo es pensar: ¿Harías por tu pareja lo que estás dispuesta a hacer por tu mejor amigo? ¿Estás dispuesta a escucharlo, estás dispuesta a hablar de las cosas de las que él tiene ganas de hablar, a prestar atención a los detalles de lo que dice o tiene ganas de hacer? Esto no significa que tengan que estar cuidándose el uno al otro siempre y para siempre, pero sobre ciertas bases y en algunos detalles por cierto que deben hacerlo. Entonces cuando piensas en lo que harías por tu mejor amigo y en lo que harías por tu amante, las cosas se aclararán para ti. Conoce a su familia y preséntale a la tuya. Sal con esa persona y sus amigos; invítala a salir contigo y con los tuyos. Podría sonar tonto hacer todo eso antes de siquiera pensar en la intimidad, pero la manera en la que alguien se comporta en situaciones sociales o familiares puede hacer que te des cuenta de que esa persona no es para ti.
– Elige a alguien que tenga la habilidad de aprender. Si hay algo que verdaderamente hace diferencia entre un amante para toda la vida y uno fugaz, es una persona que tenga la habilidad de aprender. Dice el refrán “el ignorante es poco tolerante”. Aquellos que no pueden aprender cosas nuevas, ver las cosas a la luz de lo nuevo, ser curiosos acerca del mundo y de cómo funcionan las cosas o las personas, a menudo se cierran y dicen. “No, esto tiene que ser así, de este modo” y para una relación de toda la vida es mejor estar con alguien que se abra y se cierre aprendiendo y evolucionando.
– Elige a alguien que quiera ser como tú, fuerte y sensible a la vez. Para no confundir el significado de estas palabras, no relacionarlas con la rigidez y la fragilidad. La fuerza en el sentido en que es fuerte un árbol: pueden soplar fuertes vientos pero se sostendrá porque es flexible y se moverá para adelante y para atrás con el viento. Y en cuando a la sensibilidad, estoy hablando de ver, estar alerta a las cosas que están alrededor de uno. Puedes tener todas las posibilidades, todas las potencialidades del mundo para ser amable, amoroso, devoto, bueno y el mejor amante conocido del género humano pero si no puedes aprender a desarrollar ese potencial. ¡Entonces no sirve de nada!
-Elige a alguien que cuando lo hieras, sienta dolor y te lo muestre. Y viceversa… elige a alguien que cuando te hiera, vea tu dolor y lo registre. Esto es muy importante. Hay muchos modos en que la gente muestra el dolor. A veces reclamando, es una de las cosas que hacen las personas más presentes. Lo peor es cuando le haces a tu compañero algo que no es amable, o que es impensable y él no muestra reacción. Como si no se permitiera a sí mismo mostrarse verdaderamente humano en tu presencia. Pasamos por muchas relaciones o unas cuantas, antes de encontrar a alguien con quien querríamos pasar nuestra vida. Sentimos las heridas en tantas relaciones que empezaban con grandes esperanzas pero que terminaban con fallos y accidentes. Por otro lado, te vas a encontrar con otro que no está intacto, que también está herido de algún modo. Como resultado de esto es que la habilidad de tu compañero de mostrar su dolor es tan importante como su habilidad para percibir tu dolor. ¡Es muy importante! Porque por naturaleza de las relaciones hay momentos de tensión en que presionamos o hicimos algo que lastimó al otro y esto no puede ser evitado completamente, pero no debe ser la misma herida una y otra vez. La gente tiene que aprender cada vez. Puede que alguien haya acumulado enojo y sufrimiento, heridas de los amantes anteriores, y haya adquirido así la habilidad de herir al nuevo amante y hasta ser desbordado por el deseo de herirlo. Entonces debe ser capaz de parar, de detenerse cuando ve el dolor en la otra persona.
Para tomar en cuenta
Elige a alguien que se pueda reír de sí mismo. Poder hacer un chiste y reír de la situación y de sí mismo es muy importante. Pero supongamos que no tienes un compañero muy chistoso, elige a alguien que pueda parar una discusión y aprender a reírse de la situación.
Elige a alguien que tenga pasiones similares a las tuyas en la vida. Una relación construye una memoria.
