Desempolva a funcionarios

CANCÚN
Por Mario Morales Cruces > Quequi

Como era de esperarse de un gobierno de coalición, no sólo entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el de Acción Nacional (PAN), sino con un gobernador ajeno a ambos, ciudadano según sus palabras, de trayectoria priista, el gabinete y los nuevos nombramientos que se están dando en la administración estatal de Quintana Roo incluye a personas de distinta filiación política, que convergen en este nuevo proyecto.
Panistas, perredistas y ex priistas de distintos grupos, a menudo antagónicos, han sido sumados al equipo del gobernador Carlos Joaquín González. Aunque los partidos tuvieron su peso específico, pocos negarían que en los comicios pasados, el factor decisivo fue el candidato.
En efecto, Joaquín González era una figura con gran arrastre entre el electorado, además de un equipo que le guardaba lealtad en el interior y fuera del PRI, pese a haber sido orillada por el grupo antagónico entonces en el poder.
Por tal motivo, no es de extrañar que la mayoría de las carteras del gabinete sean ocupadas por personas afines al ex priista, a menudo también emanadas de este partido, en lugar de aquellos provenientes de la coalición PAN-PRD.
Tal es el caso de Manuel Alamilla Ceballos, oficial mayor, quien anteriormente trabajó en la Secretaría de Energía, con Pedro Joaquín Coldwell, hermano del mandatario.
También se incluye en este grupo a Jorge Portilla Mánica, secretario de Infraestructura y Transporte, quien renunció al PRI para lanzarse por la alianza PAN-PRD por el municipio de Tulum. Ya desde antes, se le identificaba como afín al hoy gobernador.
Ni qué decir de Rodolfo del Ángel Campos, secretario de Seguridad Pública, con una larguísima trayectoria dentro de la Corporación, pero cuyo cargo más longevo fue de jefe policiaco en Solidaridad, entre círculos “joaquinistas”.
En este grupo están, además, Juan Vergara Fernández, ex priista con lazos en Puebla; Rosa Elena Lozano Vázquez, conocida chetumaleña, que llegó a dirigir el AMMJE; Carlos Ríos Castellanos y María Elba Carranza Aguirre; aunque sus trayectorias no son tan definidas, ya que se cruzan con los de diversos gobernadores, más notoriamente con Joaquín Hendricks Díaz.
También lo son ciertos nombramientos del siguiente nivel jerárquico, como Miguel Ramón Martín Azueta, jefe de la Oficina del Gobernador. El ex edil de Solidaridad apoyó desde su inicio la campaña de la alianza PAN-PRD; También el subsecretario de Seguridad Pública para la Zona Sur, Juan Martín Rodríguez Olvera. Otros se irán sumando en los próximos días.

AZULES
En importancia, los panistas están figurando como la segunda fuerza dentro del Gobierno del Estado. Este hecho ha incomodado a los del PRD, que por ello han repetido en diversos foros que de ellos fue la idea de postular a Carlos Joaquín. Más allá del orden de llegada, es sabido que el gobernador tiene amistades con destacados panistas, de Yucatán y de otras geografías, como la ex primera dama, Margarita Zavala.
Es lógico, por tanto, que los blanquiazules llamados al gobierno sean todos del bloque calderonista, empezando por el secretario de Gobierno, Francisco López Mena, primero entre iguales en el gabinete.
También se identifican como panistas a Alfredo Arellano Guillermo, quien fuera delegado de la Conanp y hoy es secretario de Ecología y Medio Ambiente; además de Catalina Portilla Navarro, ex integrante de Coparmex, ahora en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Otro cargo de peso que suena para Acción Nacional es la subsecretaría de Egresos de Sefiplan, que suena para Julián Aguilar, ex candidato a diputado local.

AMARILLOS
Con menos presencia que el PAN, pero también con posiciones clave, está el Sol Azteca, principalmente a través de la figura de Julián Ricalde. El ex presidente municipal de Benito Juárez ostenta la cartera de Desarrollo Social e Indígena. También en el gabinete está Rafael del Pozo Dergal, quien fuera director jurídico en el trienio de Ricalde y que ahora es secretario de la Gestión Pública.
Aunque la colombiana avecindada en Cancún, Marisol Vanegas Pérez, tiene una trayectoria más académica y no milita en este partido, ha trabajado anteriormente de la mano con Ricalde e incluso fue considerada para ser secretaria de Turismo en Ciudad de México, con Miguel Ángel Mancera; tres años después, lo es, pero en Quintana Roo.
En encuentro con los medios, tanto Luz María Beristain como Julián Ricalde han sido cuestionados por lo mismo: ¿por qué tan pocos perredistas? Visiblemente incómodos, se han defendido, señalando que Morena le vino a restar votos por la izquierda, pero que además faltan otros nombramientos de segundo nivel, donde vendrán más nombres “amarillos”. Como Gerardo Mora suena como seguro en CAPA, es probable que tengan razón.

PESISTAS
Uno de los grandes ejes del actual gobierno es volver a darle importancia al sur, relegado en las últimas administraciones. Fue justamente en esta zona donde humo mayor porcentaje de votación y donde la ventaja hacia el candidato ganador fue más amplia.
En este resurgir chetumaleño, imposible que quedara afuera la corriente villanuevista. Desde la cárcel, Mario Villanueva envió misiva tras misiva denunciando a la cúpula priista actual, y dando su apoyo al hoy gobernador. En tanto, su hijo se hizo dirigente de un partido de nueva creación, Encuentro Social, con el que logró una curul que también se alió al bloque ganador.
Para este grupo, el más claro caso de espacio concedido es el de Pedro Pérez Díaz, secretario de Desarrollo Agropecuario y Rural, quien milita en Encuentro Social y que incluso compitió como candidato a la presidencia municipal de José María Morelos.
También señalada como “villanuevista” es Marisol Alamilla Betancourt, controvertida secretaria de Educación y Cultura, a quien el magisterio la ubica como cercana a la cúpula del SNTE.

LOS POLÉMICOS
Con gran parte del equipo surgiendo de las filas del priismo, es de esperarse que varias de las figuras tendrían trayectoria cercana con el grupo que acaba de abandonar el poder, o nexos con ellos, para desconcierto o frustración por parte de la ciudadanía que acaba de votar por un cambio.
En esta situación se encuentra Alejandra Aguirre Crespo, cuyo marido operó en la campaña de Arlet Mólgora Glóver, quien perdió por la presidencia de la capital del estado. Más polémica causó ayer con el nombramiento como subsecretario a Manuel Aguilar, quien también trabajó en la campaña de la actual diputada federal priista.
Pero no todos en el gobierno estatal fueron nombrados por Carlos Joaquín. También deben añadirse a los “heredados”, cuya continuidad en el cargo, aunque protegida por ley, está todavía en duda. Se trata del fiscal General del Estado, Carlos Álvarez Escalera, y del auditor superior, Javier Zetina González, nombrados por el último congreso “borgista” cuando iba de salida.
Los legisladores actuales ya iniciaron el proceso para la destitución del segundo, aunque su hermano, Manuel Zetina González, curiosamente fue nombrado por el nuevo gobierno como subsecretario de Ingresos.
Todavía faltan muchos otros cargos y más sorpresas de este tipo, entre el “estire y afloje” de la actual administración de coalición. Se ignora aún si le corresponderá algún “lugarcito” a Nueva Alianza, que se voltearon en contra de sus aliados del PRI en el congreso, perdiendo con ello las direcciones que pretendían a nivel municipal en Benito Juárez.

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