PLEITO ENTRE CÁRTELES

 

 

Octubre ha sido especialmente sangriento para Cancún y Quintana Roo, debido al saldo que los ajustes de cuentas entre cárteles añaden a los ya preocupantes índices delictivos.

En Benito Juárez, 10 personas fueron ejecutadas, uno fue secuestrado, hubo 6 levantones, un homosexual fue asesinado por su pareja, dos bares fueron baleados y tres casas de citas clandestinas fueron “advertidas” con lluvias de plomo por parte de la delincuencia organizada.

La sobrepoblada y reprobada Cárcel de Cancún nuevamente hizo noticia, al fugarse un reo exitosamente del lugar, con lo que ya se suman 14 casos en lo que va del año.

El mes inició con la muerte, por arrollamiento, de una persona en la entrada a Alfredo V. Bonfil, fugándose el responsable del lugar. Un día después, sería hallado el primer ejecutado del mes, en un camino de terracería, en la Región 106 por el Arco Vial Norte. El cuerpo presentaba el “tiro de gracia” en la cabeza.

El día 3, sicarios intentaron ejecutar a un joven de 18 años, identificado como Melchor Ignacio S. J., en la zona de invasión conocida como La Jungla. Una de las balas perdidas alcanzó a un niño de 11 años en otra vivienda, cuando dormía en una hamaca.

Un día después, cuatro hombres perdieron la vida, tras dos ataques a balazos simultáneos, en los bares “La Oficina” y “La Xtabay”. Dos murieron en el lugar de los hechos y los otros dos en el Hospital General.

El jueves 6, se registró un presunto secuestro sobre la Avenida 135 a la altura del fraccionamiento Jardines del Sur Segunda Etapa, en donde las autoridades ubicaron una camioneta abandonada y con las llaves pegadas.

Al día siguiente, la esposa de Ernesto Morales Torné pidió el apoyo de la ciudadanía para dar con el  paradero del cubano. Unas semanas atrás, otra persona, pareja de un miembro de la mafia cubana, también fue secuestrada cuando circulaba en un Audi en el kilómetro cero. Hasta la fecha, nada se sabe de estas personas.

También el día 6, Efrén Isidro Moreno, un reo que acababa de ser ingresado a la cárcel de Cancún horas antes, acusado de robo, logró escaparse al brincar la barda de seguridad, cerca del área de la cocina. Los más de 20 celadores del lugar dijeron estar “dormidos”.

24 horas después ocurrió el primero de dos balaceras contra casas de citas en la Supermanzana 29. Este incidente fue en la avenida Palenque, dejando a tres mujeres lesionadas.

El sábado, una peligrosa persecución a balazos entre delincuentes y policías municipales tuvo como escenario varias calles de la ciudad, derivada de un asalto en la Región 254. Los delincuentes fueron detenidos.

Ese mismo día, un hombre fue herido a balazos afuera de su casa en la Región 90, muriendo horas después en el Hospital General.

El 13 de octubre, José Gilberto Z. P, fue ejecutado a quemarropa con varios disparos, cuando se encontraba afuera de un domicilio en la Región 89, falleciendo en el hospital.

48 horas después, dos sicarios persiguieron a un mesero en la avenida Yaxchilán, corriendo al bar “Yea!” disparándole delante de los clientes. El lesionado pudo ser estabilizado por los paramédicos.

El 19 de octubre, una “narcoabuelita” de 69 años, que decía vender jugos en la Zona Hotelera, pero que era identificada como narcomenudista, fue ejecutada al interior de su domicilio en la colonia Valle Verde. El cuerpo de la sexagenaria fue encontrado semidesnudo, con varias puñaladas en el abdomen, un calcetín en la boca y una bolsa cubriéndole la cabeza.

Dos días después, se suscitó una persecución que incluyó varios disparos de arma de fuego y que terminó con dos presuntos sicarios embestidos por una camioneta, por la Supermanzana 50.

Ese mismo día por la mañana,  se encontró con la cabeza y el rostro destrozados, el cuerpo de quien en vida respondiera al nombre de Uriel Francisco Bautista Pech, en un área verde de la Región 227.

El 22 de octubre, un hombre, identificado como Giovanni Lozano, fue asesinado con al menos 16 puñaladas al interior de su domicilio ubicado en la Región 210. De acuerdo a una testigo, el asesino fue la propia pareja sentimental del occiso, identificado como Orvelin Hernández, quien aún con el cuchillo en la mano le aseguró que había encontrado a su pareja con otro hombre en el cuarto y por eso, decidió matarlo a puñaladas.

Dos días después, un vendedor de artesanías del mercado Coral Negro fue “levantado” por varios sujetos, quienes lo golpearon salvajemente en un domicilio particular, para luego abandonarlo un área verde de la Supermanzana 27.

El 26 de octubre, más de 130 balas fueron lanzadas contra una casa de citas clandestina en la Supermanzana 29, por un comando armado que incluso dejó una advertencia escrita. Horas después, otro prostíbulo, en la Supermanzana 24, fue atacado a balazos. En ningún lugar hubo heridos.

El domingo pasado, por último, un hombre fue atacado con machetes por oponerse a un asalto, en la Región 221. Todavía agoniza.

La misma situación, aunque con menor identidad, ocurre en otras urbes del estado. En Playa del Carmen, por ejemplo, un joyero fue asesinado a balazos en su local en el mercado Diana Laura; mientras que el pasado domingo un hombre fue acribillado en calles de esta misma colonia, la Colosio.

En Chetumal, chatarreros hallaron el cadáver de un hombre asesinado, en un área verde de la calle Chicozapote, el pasado día 5.

En lo que va del año, Othón P. Blanco ha sufrido nueve homicidios, seis violaciones, 245 robos a casas habitación, 17 asaltos con violencia a comercios, 22 narcomenudistas detenidos, dos gentes aseguradas con el narcotráfico y delincuencia organizada, además de haber recibido 24 denuncias por intento de extorsión vía telefónica.

ANOCHE, OTRO MÁS

Al cierre de esta edición, un hombre fue baleado en el interior del hotel Azteca de la Supermanzana 64 y le dejaron un mensaje: “24 horas”. La víctima ingresó aún con vida al Hospital General.

 Por Ramón Uresti > Quequi

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