Misión Evangélica: “Tengo miedo de perder la causa”
La vocación médica puede definirse como una motivación profunda de servicio al enfermo y a la sociedad.
Todavía disfrutamos de aquellas películas de la época de oro del cine mexicano donde resaltaban tres buenos personajes llenos de valores y la moralidad.
El Sacerdote, tenía un papel importante, y era clave en la toma de decisiones. ¿Quién no disfrutó de la película de Cantinflas? “El padrecito”, o la de Pedro Infante en “Los tres Huastecos”. El padre era un verdadero padre espiritual.
El profesor, no solo formaba a los alumnos, también aconsejaba a la madre desobligada, al padre borracho, el alcalde corrupto, al niño peleonero, etcétera.
También entre ellos estaba el médico, con su vocación entregada a salvar vidas. “El Médico debe estar donde esté un enfermo, sea quien sea su persona, estrato social, ideología política, y económica, Su misión es de salvar vidas cueste lo que cueste” se decía. Excelentes películas con enseñanza educativa que influía en la gente.
La convocatoria nacional para reclutar a médicos especialistas para ocupar 13 mil 765 vacantes en todo el país que se lanzó el 24 de mayo y cerró el pasado 3 de junio, quedó con 64% de vacantes vacías.
Hay muchos médicos, sin trabajo aun, algunos mejor dedicados a otras cosas. Las plazas no fueron ocupadas por estar en zonas alejadas, peligrosas y con carencias de servicios.
Pero no solo es el sector salud que tiene esas vacantes; hay también viejas escuelas abandonadas en esos mismos lugares, no hay maestros interesados en las comunidades rurales, y ¿Qué creen?, también se encuentran muchas iglesias tanto protestantes como católicas abandonadas.
Pastores y sacerdotes; maestros y médicos No quieren ir a esos “lugares peligrosos” y alejados. Lo fácil, lo cómodo y lo que deje mas dinero es lo de hoy. La maldad, la corrupción, la mentira, el pecado y todo lo que pertenece a esta línea, nos ha absorbido a todos, todo ello está en todo y en todos.
__ Primo, ¿no te da miedo andar en esos lugares y comer lo que comes? __ Me preguntó mi primito el cura que le pedí me acompañara a las misiones.
__ Sí, tengo miedo, un gran miedo de perder la causa del ministerio primo__ Le dije mirándolo a los ojos.
El rey de Asiria dio esta orden: “Que se lleve a vivir a Samaria a uno de los sacerdotes que se trajeron prisioneros de allí y que él le enseñe a la gente la ley del dios de aquel lugar”. Así, uno de los sacerdotes que los asirios se habían llevado de Samaria se fue a vivir a Betel. Este sacerdote le enseñó a la gente a honrar al SEÑOR en su vida. 2 Reyes 7:27-28
Por SJ. Carlos César González Cruz.
