Round 12: ‘Backstage’ en el boxeo, un largo camino de preparación

Por Mauricio Sulaimán

(Presidente del WBC – Hijo de José Sulaimán)

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El mundo de los deportes y el espectáculo es fascinante, es lo que mueve a la humanidad semana tras semana, mes tras mes y año tras año.

El Mundial de Futbol de Qatar 2022 nos tiene a todos con la pasión al borde; también los domingos es de la NFL y también la temporada de beisbol, las ligas de balompié de cada país, las peleas de boxeo, los Grandes Premios de la Fórmula 1, los Oscars, los Grammys y los conciertos de música.

En fin, el poder presenciar uno de estos eventos es toda una experiencia. El ambiente que se genera es la unión de emociones que genera momentos que dan recuerdos y esos sentimientos son de alguna manera, inolvidables.

Pero, ¿Qué hay detrás de cada evento? ¿Qué pasa en los camerinos, pasillos, estacionamientos o camiones de producción? En fin, a todo eso se le llama el “backstage”.

El mundo del boxeo es fascinante en torno al “backstage”. Primero, para llegar a una función de boxeo todos los participantes tuvieron una preparación intensa para llegar a ejecutar el día del evento.

El boxeador lleva una preparación física, mental y estratégica. Son meses de una rutina y disciplina incomparable para llegar a un combate, que dura como máximo, 48 minutos de acción (12 rounds de tres minutos, más uno de descanso).

Levantarse en la madrugada a correr, dos sesiones de entrenamientos en el gimnasio, dieta rigurosa, estudio del rival y la soledad de estar lejos de familia, amigos y el mundo, por un periodo prolongado y la muy famosa e inexplicable práctica de la abstinencia sexual durante al menos un mes antes de la pelea.

Los promotores también preparan el evento con meses de anticipación, contratos con la arena, televisión, patrocinadores, gobiernos, etcétera.

Así también cada uno de los antes mencionados llevan a cabo su planeación para el día del evento.

Llega la semana de la pelea. Cientos de personas llegan de todas partes del mundo. Los viajes, el arribo al hotel, instalación y preparar todo.

Se realiza también una conferencia de prensa final, así como un tour de medios, reuniones con la producción, con la comisión de boxeo, exámenes médicos y antidoping.

Además de eventos de promoción en la ciudad, repartición de boletos y credenciales, ensayos en la arena, protocolo de seguridad, atención a las personas VIPS, selección de guantes para la pelea y, finalmente, la ceremonia del pesaje oficial.

Los rituales, costumbres y hasta hábitos obsesivos, de cosas que solamente conoce la intimidad de su equipo.

Llegar a la arena y camerino, acomodar todo lo necesario para la preparación antes del combate.

También, sin olvidar las sillas, cubetas, hielo, agua, uniforme, toallas, vendas y el altar.

Hay boxeadores quienes mantienen un equipo pequeño, pero hay otros, que tienen en su vestidor hasta a 50 personas, entre ellos está la familia, sparrings, el nutriólogo, el psicólogo, los amigos, los representantes y los abogados, en fin, estos séquitos de las super estrellas.

Llega el réferi para dar las instrucciones finales; se procede al vendaje y enguantado, y a estirarse y calentar, para estar listo para salir al cuadrilátero.

De repente se da un momento, muchas veces con un silencio sepulcral, y muchos otros, se hace una oración grupal.

Llega el momento de la despedida de la mamá, esposa e hijos, y se abre la puerta para caminar hacia el ring, y al entrar al túnel, todo cambia, se ven las luces, se escucha la música y el estruendo de la multitud con la expectativa de ver el inicio del combate.

Se suben las escalinatas, el boxeador se introduce entre las cuerdas, y por fin, vuelve a ver a su rival en la esquina contraria.

Se hace la presentación oficial, y de un segundo a otro, el ring se queda vacío con tan solo los contrincantes en la esquina de enfrente, y el réferi está listo para ordenar que suene la campana para el inicio de la pelea, y cuando esto sucede, el público estalla en un rugido ensordecedor, ahí inicia el evento que llevó meses de preparación.

Anécdota de hoy

Mi papá me llevó a una pelea muy importante entre Oscar de la Hoya contra Héctor “Macho” Camacho (el 13 de septiembre de 1997, en el “Thomas & Mack Center”, en Las Vegas, EU).

Yo era un novato, y al entrar al vestidor del “Macho”, don José me dijo: Mijito, ahora la harás de supervisor, dale el formato del seguro de vida para que lo firme.

Doy un paso al frente, y el peleador boricua se me quedó viendo y me dijo: ¡Quítate de aquí niño, no me molestes!

Don José se acercó y le comentó: Campeón es mi hijo y el “Macho” se paró, me dio un abrazo y se moría de la risa.

¡Don José, a usted no se le puede hacer una broma!

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