Crecimiento anárquico
TULUM.- La ciudad de Tulum, ha crecido desde que se decretó cabecera del noveno municipio, pero sin planificación, sin que el reglamento en materia de Desarrollo Urbano se respete, y de acuerdo con socios del Colegio de Ingenieros y Arquitectos, hoy día se carece de un plan de desarrollo urbano integral que contemple la definición de usos de suelo con una visión para definir cuál es la localidad que se quiere tener en el futuro.
Martín Acosta Cámara, ingeniero de profesión, comentó que el gobierno municipal debe de planear el desarrollo de la localidad tomando como base un Plan de Desarrollo Urbano. “Este es el punto de partida para definir el crecimiento de una ciudad, sin embargo, el plan no se respeta en los cambios cotidianos que toma Tulum, ya sea por aspectos políticos, sociales o incluso por corrupción”, dijo.
A pesar que Tulum, es un importante destino turístico, carece de un plan de desarrollo urbano actualizado que oriente y ordene su crecimiento para facilitar la dotación de servicios, y a falta de un buen instrumento regulador actualizado, los asentamientos emergen sin control y sin que tomen en cuenta las dificultades técnicas y financieras para llevar a los domicilios servicios básicos como es el agua, indicó, el ingeniero Javier Flores.
Un aspecto a considerar, que se presenta frecuentemente al concluir una administración, es que lo construido no es evaluado, ni en sus logros ni en sus desviaciones, por lo que se dificulta utilizar lo realizado con anterioridad como base para la continuación del desarrollo urbano, sin ninguna repercusión para quien no lo cumplió.
El entrevistado comentó que Tulum requiere un proyecto asociado a la dispersión de la mancha urbana en distintos momentos, los que pueden establecerse mejor si se concibe que la apertura de nuevos espacios a la urbanización está estrechamente vinculada al desarrollo de grandes proyectos públicos, privados y populares, y, desde luego, a la atracción que los mismos suelen generar.
Destacó que en la franja Ejidal ocurre un fenómeno novedoso, ya que grandes extensiones sin contar con los servicios básicos, son fraccionadas y vendidas a familias de escasos recursos, en lo que representa la consolidación del primer mercado del suelo orientado a la población de bajos ingresos.
(Por Francisco Canul)
