El presidente de México, Enrique Peña Nieto, mantiene al país en una incontenible espiral inflacionario.

Desploma Peña la economía

Ciudad de México. La pésima política económica que ha ejercido desde que inició su mandato el presidente de México,  Enrique Peña Nieto, mantiene al país en una incontenible espiral inflacionario y al borde de una histórica devaluación de la moneda nacional que podría devenir en un estallido social, donde los mexicanos ya dieron el primer aviso en las pasadas elecciones, al agudizarse el descontento social.

Es un hecho que las tan cacareadas reformas económicas, principalmente la energética y la fiscal, han sido un rotundo fracaso de la administración peñista, y desde que empezó el 2016 el peso mexicano ha sido la principal víctima de la turbulencia financiera al rebasar el dólar la cifra crítica de los 19 pesos, cuando apenas el año pasado no pasaba de los 14 pesos.

La crisis del peso provoca el incremento de productos principalmente de importación, los cuales ya se ven reflejados en los supermercados y comercios detallistas y también en los recortes presupuestales. De acuerdo a reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el raquítico crecimiento económico del 2.1%, es el peor registrado en los últimos 20 años.

Al respecto, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) prevé que durante el resto del mes los productos importados tengan una inflación de al menos un 15%, pese a que las exportaciones pierden fuerza por el dólar y con esto se genere un menor crecimiento mundial.

Mientras para el primer año del mandato de Peña Nieto se pronosticó una cifra de 3.7%, la economía apenas alcanzó el uno por ciento; para el 2014 se prometió un crecimiento del 3.9%, dato muy lejano al 2.1 reportado por el INEGI.

La apuesta del gobierno al plantear una Reforma Fiscal incrementando impuestos a las familias y las empresas mexicanas para reactivar la economía a través de la inversión pública, demostró su fracaso con la cifra de crecimiento económico del 2.1%.

Los aspectos que más preocupan de la economía mexicana son el debilitamiento del  consumo de los mexicanos que sigue sin presentar elementos para reactivarse al no estar siquiera en los niveles de 2012, y esto se debe a que la masa salarial y el ingreso promedio real de los trabajadores cayeron más de 4% en el 2015, donde el 53% de los trabajadores formales no alcanza a comprar la canasta básica alimentaria.

El mercado laboral se encuentra en deterioro, pues en el último trimestre de 2014, mientras los trabajadores con ingresos inferiores a tres salarios mínimos aumentó en poco más de 900 mil personas, aquéllos que ganan más de tres salarios mínimos disminuyó en más de un millón, lo que refleja la precarización del empleo.

Mientras el gobierno federal  insiste en la idea de que la reforma laboral ya rinde frutos, las cifras dicen lo contrario, en 2014 el retiro de fondos de las afores por causa del desempleo sumo 10 mmdp, es decir un incremento del 13 por ciento, lo que refleja que la generación de empleo sigue siendo insuficiente y de mala calidad.

Lo más grave es que los sistemáticos recortes al gasto público acentúan la trampa en la que están metidos los mexicanos, donde el sector privado no genera empleos ni reactiva la economía, indicadores que no han mostrado una recuperación en lo que va de este 2016.

(Por Redacción > Quequi )

 

 

Foto: Redacción

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