GERMÁN GALLEGOS CRUZ. Mesa de las Nauyacas

TEMOR O PERVERSIDAD 

Atento recado a Pepe Gómez, director general de Grupo Quequi.

Amigo director, parece un juego perverso el proceso de selección de candidato del PRI a la gubernatura del estado. Todas la entidades federativas que van a relevar a sus gobernadores, desde “endenantes” ya tienen candidatos. ¿Cuál será la verdad de la tardanza en Quintana Roo? En algún momento se pensó que era estrategia para agotar los tiempos legales de inscripción de candidatos y cerrar la puerta a posibles tránsfugas, que fueran en busca de candidaturas bajo la sombra de un partido antagónico. Pero el que siempre representó peligro para el grupo gobernante ya se fue. ¿Entonces, habrán detectado la posibilidad de algún otro “ingrato” que haya sido contagiado por la comezón del poder a como dé lugar? Si aún hay temor de una fractura al interior del PRI, porque alguien amague con irse, hay sobradas razones para la tardanza. En los tiempos históricos del partido en el poder, sólo bastaba un manotazo sobre el escritorio de las decisiones, para engarrotar a los ansiosos aspirantes. Con seguridad alguien recordará las formas folclóricas de aplacar los ímpetus desbordados de aspirantes ilusos, que de antemano sentían la bendición del gran elector que “palomeaba” al ungido. Aquel gran elector cuyo nombre y apellido está plasmado para siempre en las páginas de la historia contemporánea de México: Don Fidel Velázquez. Ese poderoso líder que acuñó para la posteridad la famosa frase: El que se mueve, no sale en la foto. Y con esta advertencia todo mundo se cuadraba. Era muy eficaz el viejo líder en mover los hilos del poder. Nadie, ni por asomo se rebelaba. Fueron los tiempos de la “disciplina y la institucionalidad”. ¿Quién osaba un mínimo amago de traición? Las declaraciones de los políticos de oficio eran demasiado cuidadosas para no molestar al que partía y repartía el queso. Ahora pasa algo extraño en Quintana Roo. No terminan de ponerse de acuerdo en el PRI para seleccionar al mejor candidato de una séptima de aspirantes que a decir de los líderes del partido, todos son muy competitivos. Los expertos del oficio sólo hablan de dos que cuentan con el aval y la simpatía del gobernador Roberto Borge Angulo y quizá del líder legal del partido a nivel nacional, Manlio Fabio Beltrones. Si no es el temor a la ruptura del frágil acuerdo de unidad, entonces es un acto de perversidad política.

PECADO Y PENITENCIA

Si por ley ya es inevitable que sean mujeres las contendientes por la presidencia del municipio de Benito Juárez, se torna muy interesante la competencia. Por un lado, la inexplicable negociación entre el PRI y el PVEM, donde el primero cede posiciones estratégicas al segundo, incluyendo la candidatura de la presidencia municipal de Cancún, y las siete candidaturas de mayoría a diputados locales. Este escenario obliga al Partido Verde a presentar a sus mejores cuadros, donde la competencia se vislumbra muy cerrada. Las cartas del Verde se ven bastante vulnerables frente a probables contendientes con más fuerza y arraigo en Cancún. Veo en los haberes del Partido Verde sólo a dos mujeres con cierto capital político para ir en busca del triunfo. La diputada federal Gabriela Medrano y a la exsenadora Ludivina Menchaca, y frente a ellas, a la senadora Luz María Beristain, la diputada local Marybel Villegas y a la ciudadana Gabriela Rodríguez. Si Marybel Villegas decide indisciplinarse e ir en busca de su sueño dorado de ser presidente municipal de Cancún, ésta es su oportunidad. ¿Por qué expongo de esta forma la probabilidad de Maribel? Dadas las condiciones actuales del escenario, se ve más que difícil que el Verde con candidata propia pueda ganar. No hay trabajo de campo, no hay acercamiento con la gente de colonias ni regiones, donde vive la gente que vota. En realidad, a los actuales cuadros del Partido Verde sólo se les ve en procesos electorales; no es que el desdén sólo sea privativo del Verde, sino que son los que menos se acercan a la gente en tiempos normales. En cambio, la senadora Beristain, Marybel y Gabriela Rodríguez son más pueblo, son gente que de vez en cuando empolvan las zapatillas caminando y sudando la “gota gorda” en pos de adquirir simpatías. Insisto, el Verde sólo podrá ofrecer buenos resultados con la combinación de candidatos propios y prestados, tal vez de su aliado mayor. Analizando con un poquito de sentido común la situación de las probables candidatas del PVEM, por el comentario que hacen algunos cancunenses, se ve con mayor fuerza a la exsenadora Ludivina Menchaca. Es una mujer más conocida en el servicio público; en cambio, la diputada Gabriela Medrano tendría mucho más problemas para construirse una popularidad que no tiene con los votantes de Cancún. El pecado de vivir en un escaparate después de un triunfo electoral lo pagan casi a la vuelta de la esquina, cuando van en busca de otro cargo. Pecado y penitencia, al mismo tiempo.

 

La frase: La política es el arte de servirse de los hombres, haciendo creer que se les sirve. Louis Dumur.

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